decimos que es bonito encontrarse después de tantos años.
Nuestros tigres beben leche.
Nuestros azores van a pie.
Nuestros tiburones se ahogan en el agua.
Nuestros lobos bostezan ante una jaula vacía.
Nuestras víboras se han sacudido los relámpagos,
los monos, la inspiración, los pavos reales, las plumas.
¡Cuánto hace que dejaron nuestros cabellos los murcielagos!
Callamos sin acabar la frase,
sonriendo sin remedio.
Nuestras personas
no saben cómo hablarse.
De: El gran número. Fin y principio y otros poemas
Edición a cargo de M. Filipowicz-Rudek y J. C. Vidal
poesía Hiperión
Tercera edición, 2007
Edición a cargo de M. Filipowicz-Rudek y J. C. Vidal
poesía Hiperión
Tercera edición, 2007
Encuentro inesperado...que aseguro fue deseado todo el tiempo en que no ocurrió.
ResponderBorrarPasé a saludarte, tenía mucho que no sabía de ti.
Hola. ¿Cómo has estado? Te he visitado, pero no he dejado comentarios en el blog porque no sé qué decir ante tus escritos. Al parecer, son muy personales.
ResponderBorrarRespecto al poema, no lo había pensado, puede que sí.