miércoles, 15 de octubre de 2008

Bello símil en la Ilíada: comparación del retorno de Paris al combate con el galope de un caballo.

Y al igual que un corcel en el establo,
cebado en el pesebre con cebada,
destroza de un tirón sus ataduras
y al galope recorre la llanura,
el suelo con sus cascos golpeando,
a bañarse habituado en las corrientes
de las aguas hermosas de algún río,
y orgulloso de sí yergue su cuello
y de uno y otro lado de sus lomos
vanle al compás las crines oscilando,
y, bien seguro de su lozanía,
muy ligeras sus patas le conducen
hacia donde se encuentra su querencia,
hasta el prado en que pastan las yeguas,
así el Priamida Paris descendía
desde lo alto de la ciudadela
de Pérgamo y cual sol resplandecía,
arrogante y fulgente por sus armas,
y veloces sus pies le iban llevando.

La Ilíada, de Homero
Canto VI, 506 y ss.
Traducción de Antonio López Eire
Cátedra, Letras universales
Duodécima edición

El traductor añade en una nota:

Los versos 506-511 reaparecen en el canto XV, cfr. Il. XV 263-268. Este bello símil fue imitado por Virgilio en la Eneida (Aen. XI 492 y ss.).Véase un interesante análisis de este símil en O. Tsagarakis, Form and Content in Homer, Wiesbaden, 1982, págs. 142-143

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