El poeta debe ser de temperamento agradable, buena conducta, afable, penetrante, fiable, asequible y protector. Esto hace que la gente le ame, lo embellece a sus ojos y lo acerca a sus corazones.
(Ibn Rašīq, al-ʻUmda, I, 196)
Hallado en La poesía árabe clásica
Antología preparada por Josefina Veglison
poesía Hiperión
2a edición, 2005
Página 7
Sí, claro, Ibn Rašīq... tus palabras se confirman en poetas como el rey David, el dulce cantor de Israel, o el afable Rilke que respondía a cartas de poetas novatos pidiéndole ayuda para progresar como artistas, ¿pero qué decir de esas adorables criaturas que se dice que fueron Garcilaso, Rimbaud y Ezra Pound, por dar sólo unos ejemplos?
Alan
Que el concepto de 'temperamento agradable...' y blah parece bastante relativo.
ResponderBorrarEs que no eran moneditas de oro...
ResponderBorrarSí, yo sé... Pero algo en ese "desagradable temperamento" nos cautiva a muchos...
ResponderBorrarSí, por eso... el temperamento desagradable era parte de su ser y eran excelentes poetas, por lo que el ser agradable o no como persona vale Wilson al momento de escribir.
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