martes, 5 de mayo de 2009

Parábola; Wisława Szymborska

Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella. Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras: “¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta. Estoy en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!”

__—No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.

__—Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano, dijo el pescador segundo.

__—Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla Aquí está en todos lados, dijo el pescador tercero.

__El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema.



Traducción de Gerardo Beltrán

8 comentarios:

  1. ¡Serán las verdades ambiguas!

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  2. "Las verdades generales tienen ese problema".

    Rosigerante no está de acuerdo en llamarle a esto una verdad general, si no una verdad ambigua.

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  3. Ah, OK.

    Ve a decírselo a Wisława en su tumba para que se revuelque.

    Puedes hacerlo en la entrada del 12 de mayo que aparece en este mismo blog: "Epitafio; Wisława Szymborska".

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  4. No. No le tengo tanta confianza como a ti.

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  5. Bueno...

    De todos modos, si se lo dijeras en la vida real (Wisława sigue viva) no se enojaría. Dicen que su personalidad es muy tímida.

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  6. ¿La gente tímida no se enoja?

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  7. Sí, y tal vez hasta más que las otras personas, pero batalla para decirlo...

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