de carne molida.
Nunca te enamores de la mesa puesta,
de las viandas, de los vasos
que ella besaba con boca de insistente
mandarina helada, en polvo:
instantánea.
Nunca te enamores de este
polvo enamorado, la tos
muerta de un nombre (Ana,
Claudia, Tania: no importa,
todo nombre morirá), una llama
que se ahoga. Nunca te enamores
del soneto de otro.
Nunca te enamores de las medias azules,
de las venas azules debajo de la media,
de la carne del muslo, esa
carne tan superficial.
Nunca te enamores de la cocinera.
Pero nunca te enamores, también,
tampoco,
del domingo: futbol, comida rápida,
nada en la mente sino sogas como cunas.
Nunca te enamores de la muerte,
su lujuria de doncella,
su sevicia de perro,
su tacto de comadrona.
Nunca te enamores en hoteles, en
pretérito simple, en papel
membretado, en películas porno,
en ojos fulminantes como tumbas celestes,
en hablas clandestinas, en boleros, en libros
de Denis de Rougemont.
En el speed, en el alcohol,
en la Beatriz,
en el perol:
nunca te enamores de 1 kilo de carne molida.
Nunca.
No.
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Conocí este poema y el libro Kubla Khan, en el que se cuentra, a través de la autora de imagenes de cera. Procuraré no enamorarme así, pero confieso que sí lo he hecho de los sonetos de otros... ¿quién no?
9 comentarios:
Largo consejo, ¡há!
Yo me he enamorado de sonetos ajenos, de la carne del muslo, del domingo, en boleros, en el alcohol...
Sí.
Creo que es muy difícil enamorarse en pretérito simple, al menos en mi caso...
De lo que de plano creo que nunca me podría enamorar (espero que por haber escrito esto no termine con alguien así, jaja...) es de las várices.
Pues esperemos que cuando la conozcas no tenga varices... Y nomás por no dejar le compras su Goicoechea (pa' evitarlas) jojojojo.
¡Saludos!
Jajajaja, ok, compraré la fórmula...
Pues NOOO, se supone que hay que cuidarse para que nunca salgan.
¿Vas a empezar con tus chambonerías?
O sea, ¿eso fue un sí o un no?
Tú prevee...
¿Y ahora qué chambonería hice?
Eso fue un no: no me gustan las várices.
ME queda claro entonces :: no le compraras su Goicoechea
(o como se diga)
Bueno, mejor ya ni hablo... me ha pasado que termina gustándome lo que según repudio...
Pero de todos modos, en ese caso sí le compraría la formulita.
Jajajajaja... Ok.
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