Que têm oh olhos cegos como sangue.
Este corria, assombrado.
Os mortos devem ser puros.
Ouvi dizer que respiram.
Correm pelo orvalho dentro, e depois
estendem-se. Ajudam os vivos.
São doces equivalências, luzez, ideias puras.
Vejo que a morte é como romper una palavra e passar
—a morte é passar, como rompendo una palavra,
através da porta,
para una nova palavra. E vejo
o mesmo ritmo geral. Como morte e ressurreiçao
através das portas de outros corpos.
Como uma qualidade ardente de uma coisa para
outra coisa, como os dedos passam fogo
à criação inteira, e o pensamento
pára e escurece
[...]
(A colher na boca)
_________________________________He oído decir que los muertos respiran con luces transformadas.
Que tienen los ojos cerrados como la sangre.
Este corría, asombrado.
Los muertos deben ser puros.
He oído decir que respiran.
Corren por entre el orvallo, y después
se extienden. Ayudan a los vivos.
Son dulces equivalencias, luces, ideas puras.
Veo que la muerte es como romper una palabra y pasar
—la muerte es pasar, como rompiendo una palabra,
a través de la puerta,
hacia una nueva palabra. Y veo
el mismo ritual general. Como muerte y resurrección
a través de las puertas de otros cuerpos.
Como una cualidad ardiente de una cosa hacia
otra cosa, como los dedos pasan el fuego
a la creación entera, y el pensamiento
para y se oscurece
[...]
(La cuchara en la boca)
Herberto Helder
O el poema continuo (Ou o poema contínuo)
Traducción de Jesús Munárriz
poesía Hiperión
1a edición, 2006
Págs. 14-15
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