Powered By Blogger
Mostrando las entradas con la etiqueta Bañuelos‚ Juan. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Bañuelos‚ Juan. Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de septiembre de 2009

Con la lluvia y su sonido pálido de helechos; Juan Bañuelos


La ballena es sólo el sueño de un náufrago.
Mas yo no hablo del mar. Lo que sueña es la lluvia.

Con espasmo de esponja
La luz se apaga mientras llueve,
El tiempo duerme mientras llueve,
Mientras llueve la arena es un jinete
Sobre las huellas que dejamos;
Caen de pronto las ventanas
Con los rostros olvidados en ellas hace tiempo.
No hay sino el galope y la herradura
De la tierra mojada y las hormigas,
La boca triste de la tarde
Dejada como un guante sobre el hielo,
La cáscara sin nadie y lo que pasa
Sino la espuma y las escamas de esta tarde
Vestida ferozmente,
Cuando entre tumbo y tumbo se astillan las palabras
Y el deseo atropella los huesos y la carne.

Qué tenas me destrozo mientras llueve,
Porque lluevo tan hondo y sin remedio
Que no soy más que este edificio
Que se desploma a ratos
Cuando cierro los ojos
Y soy husmeado, sin piedad, por el hocico
De todo lo que llueve.

Y evidente es que llueve.
Y es la tarde. Y es lluvia.
Y llueve y llueve y llueve.

jueves, 11 de junio de 2009

Esencia real, II; Juan Bañuelos

No vivió la rosa más allá de su aroma.
Ni existió el pájaro más acá de su canto.
Jamás fue el agua dueña de su forma
ni existieron lágrimas fuera de su llanto.
Todo tiene su asidero
Esperanzadamente me sostengo
en el aire, en la tierra, en el agua
y en el fuego.



Tomado de: Tigre la sed
Antología de poesía mexicana contemporánea
1950-2005

Recopilación de Víctor Manuel Mendiola,
Miguel Ángel Zapata y Miguel Gomes
Primera edición
poesía Hiperión

Nota aclaratoria del autor del blog:

Esta antología está plagada de errores tipográficos, por lo que en algunos casos me veré tentado a realizar correciones de defectos que a mi parecer son evidentes, aunque habrá aspectos que dejaré sin corregir por no saber si era la intención del poeta que realmente su obra apareciera en ese formato o definitivamente se trataba de un error.

Un ejemplo de lo anterior en el presente poema es que en el verso tres la palabra que aparece en la antología es sueña, que corrijo por dueña. Algo que también parece defecto pero que dejé sin corregir es el inicio con mayúscula del sexto verso pese a que el anterior no concluye con punto.