[Celan]… en 1960 le escribía a Nelly Sachs: «¿Qué puedo decirle? Diariamente la humillación penetra en mi casa, diariamente, créame. ¿Qué no nos queda aún por pasar a los judíos? Y nosotros tenemos un niño, Nelly Sachs, ¡un hijo!». Celan aprovechaba para preguntarle a su amiga sobre la condición humana de los nazis: «Sabe, algunos de ellos escriben poemas. Esos hombres ¡escriben poemas! ¡Qué no escribirían, los falsarios!». La sola publicidad de que algunos de los nazis recientemente capturados escribían poesía le resultaba inconcebible a Celan: la poesía debía tener una base moral.
Paul Celan. Obras Completas
Editorial Trotta, 2007
Prólogo de Carlos Ortega, pág. 26