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jueves, 14 de agosto de 2008

Lo que Platón había dicho de las mesas...

No hace mucho se publicó en este blog la entrada: Borges y Aristóteles contra Platón: un combate de leones, mesas y analogías de la procreación. Ahí vemos cómo el argentino y el estagirita atacan con todo, aunque siempre con elegancia, al discípulo de Sócrates (o a Sócrates mismo en parte, pues mucho de lo que Platón dijo lo hace utlizando a Sócrates como interlocutor en sus Diálogos). ¿Pero qué fue lo que originalmente Platón dijo? Porque si en el tiempo él fue primero sus ideas fueron las que dieron origen a la discusión. La entrada anterior no lo menciona, por eso ésta era necesaria.

En este fragmento de La República comienza hablando Sócrates, quien dialoga con Glaucón:

-[...] Pues creo que acostumbrábamos a postular una Idea única para cada multiplicidad de cosas a las que damos el mismo nombre. ¿O no me entiendes?
-Sí, te entiendo.
-Tomemos ahora la multiplicidad que prefieras. Por ejemplo, si te parece bien, hay muchas camas y mesas.
-Claro que sí.
-Pero Ideas de estos muebles hay dos: una de la cama y otra de la mesa.
-Sí.
-¿Y no acostumbramos también a decir que el artesano dirige la mirada hacia la Idea cuando hace las camas o las mesas de las cuales nos servimos, y todas las demás cosas de la misma manera? Pues ningún artesano podría fabricar la Idea en sí. O ¿de qué modo podría?
-De ningún modo podría.

Platón
La República
Libro X, 596a-b
Editorial Gredos
Traducción de Conrado Eggers Lan
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Esto fue lo que dio origen a la disputa. Para Platón, el mundo en el que vivimos es una apariencia, una imagen del mundo verdadero, el mundo celestial, de las Ideas, donde se halla la Idea única de cada cosa que existe en el nuestro: todos los leones y las mesas de nuestro mundo son sólo una representación, una forma material de la Idea verdadera del león y de la mesa. Para Aristóteles, las ideas existían, pero al contrario de Platón, él creía que de la percepción de la realidad de nuestro mundo era de donde podíamos extraer esas ideas.

Por esta razón, en esta imagen se representa a Platón apuntando con su dedo hacia el cielo, para hacer referencia al mundo real que trasciende al presente, mientras que la mano de Aristóteles señala la preponderancia de lo que se encuentra en nuestro entorno para aprehender todas las cosas, incluso lo metafísico.

¿Cuál mano apunta hacia el lugar correcto?*

Alan
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*Hasta el 15 de agosto de 2008 la frase final de esta entrada era: ¿Tendrá su raíz la filosofía en el cielo o en la tierra? Pero el volver a pensar en el tema y el comentario de una lectora me hicieron replantear el asunto. Si la pregunta fuera respecto al origen de la filosofía, creo que no habría duda: Platón mismo diría que ésta tiene su raíz en la tierra, pues es aquí donde nos interesa librarnos de nuestras cadenas y amar el conocmiento para llegar a la perfección. De acuerdo a Platón, los dioses no tendrían necesidad de la filosofía al saber todas las cosas. La filosofía de Platón tiene entonces un fin práctico, entre muchos otros: salvar el alma. Es por eso que prefiero modificar la pregunta.

5 comentarios:

Unknown dijo...

En la tierra, en lo que percibimos, en lo que podemos nombrar.

¿Tiene alguna importancia la existencia de algo que no podemos percibir?

-- dijo...

Para Platón, sí, puesto que lo que conocemos no es necesariamente lo real, aunque los filósofos griegos eran muy ambiciosos, creían que todo podía ser percibido con el método adecuado. Bueno, pensándolo bien, esto pasa con casi cualquier filósofo...

Para efectos prácticos, no, pero ¿desde cuándo la filosofía ha sido práctica?

Unknown dijo...

Bueno, sí.
Olvidé ése pequeño detalle.

El Discapacitado Social dijo...

Mi estimado Alan. Ahorita ya es tarde así que mañana leo tu blog. con respecto a tus preguntas y comentarios:

El otro blog me lo dejaron en la materia de "géneros periodísticos III".

Sobre lo de Dios. Me temo que "tu" Dios y "mi" Dios son el mismo. Independientemente de la religión que profeses, el creador es uno sólo.
Pero bueno. Yo no creo que él exiga alabanza. En primera porque ¿Como para qué la necesita o quiere? ¿Qué gana de ello? Además debe estar ocupado en la creación de nuevos universos...

Personalmente yo creo que a Dios no hay que alabarlo (que eso no significa que no haya que glorificarlo, son cosas distintas. Honor a quien honor merece, dicen por ahí). Yo creo que a Dios hay que sentirlo, vivirlo. Bien dices que es la esencia de todo. ¿Perder el tiempo alabandola? ¿Porque no mejor sentir esa esencia, vivirla, ser parte de ella y que ella sea parte de uno, y no solo por derecho propio de creador-creación, sino realmente en nuestra voluntad tener esa relación con esa esencia? Creo que finalmente esa relación es más pura y sincera. Y yo creo que a él le vale si lo hacemos o no. Ultimadamente si no lo hacemos nosotros nos lo perdemos, ¿que no?
Por cierto, eso es libre albedrío.

Bueno, ese es mi sentir y esa es mi relación con el Gran Arquitecto.

Saludetes discapacitados.

-- dijo...

Hmm, ¿cómo puedes decir que son el mismo si ni siquiera nos los hemos presentado, discapacitado? ¿Quién es tu Dios? Coincido contigo cuando dices que el creador es uno, pero ¿cuál? Sólo podrías decir sin lugar a dudas que nuestro Dios es el mismo si afirmas que NECESARIAMENTE todos los seres humanos tenemos como dios al verdadero Dios, (partiendo del hecho de que afirmamos que lo hay) lo queramos o no. Por ejemplo, sería decir que el Dios que un hindú y un musulmán adoran es el mismo porque lo hacen de distintas formas pero cada uno busca honrar a Dios por encima de todo y al fin y al cabo, tributan alabanzas al Creador y se comportan bien si siguen los preceptos de cada una de sus religiones. Si lo que quieres decir es eso, hay mucha gente que discrepa contigo. Por supuesto que es bello querer verlo así (y ayudaría mucho a la paz mundial), pero hay discrepancias insalvables, para empezar, en el modo de concebir a Dios entre este tipo de religiones. Panteísmo y monoteísmo no tienen mucho en común, salvo preceptos morales hacia los demás (lo que es secundario en la mayoría de las religiones monoteístas, inmediatamente después del amor a Dios y una muestra de que se ama a Dios y es casi simultáneo al amor al Creador, pero secundario; por ejemplo, el caso del cristianismo: “Amarás a Dios sobre todas las cosas YYYYY a tu prójimo como a ti mismo”) y la creencia en un Dios, por lo que no podemos hablar del mismo Dios, sobre todo si se lo concibe de modos tan distintos como siendo Dios mismo toda la realidad y que otro te diga que Dios es un ser específico distinto a la creación. No se puede estar hablando de lo mismo definitivamente o ¿cómo demuestras que esto no es cierto aparte de que sea una convicción tuya?

Qué bueno que creas que no exige alabanza, yo sí, ¿y luego? No podemos discutir ni sacar nada acerca de esto si nos quedamos en meras afirmaciones; por otro lado, es difícil, pero no imposible, argumentar respecto a la fe. Si quieres, podemos hacerlo. Lo que tú comentas son especulaciones que los miembros de determinadas religiones no te podrían responder en base al razonamiento, sino sólo mediante “revelación” de lo que cada una de sus creencias afirman. Por ejemplo, en el caso del cristianismo se cree que Dios no necesita nada, eso incluye la alabanza, pero el simple hecho de decir que algo no es necesario no significa que no deba de existir. Como ejemplo claro a esto tenemos el universo, pues en caso de creer en Dios vemos que la creación no tiene por qué seguir necesariamente a la existencia de Dios, y sin embargo, existe. Lo mismo ocurre con la alabanza. El qué gana de ello no lo afirma tampoco el cristianismo, pues no se puede ganar nada relevante de lo que no se necesita, por lo que el punto anterior responde esto también: no es cuestión de necesidad o utilidad. ¿Ocupado en la creación de nuevos universos? Si dios fuera omnipotente no creo que existiría ese problema, ¿o sí? Por otro lado, sería difícil que Dios no fuera omnipotente, pues entonces quien lo fuera sería Dios, y tendría que haber necesariamente otro partiendo de tu pregunta, pues ese dios ocupado en la creación de nuevos universos que no puede hacer todo por tener limitaciones de tiempo y labores tendría que tener una causa, que sería el Dios verdadero.

Cuando hablas de alabar y glorificar estamos entrando en cuestiones de semántica, para mí puede significar una cosa y para ti otra, tendríamos que definir un criterio para ser más claros Explícate, por favor. Respecto a lo de sentirlo y vivirlo, si habláramos del Dios del cristianismo no habría conflicto con lo que dices, pues precisamente una de tantas formas de alabarlo es como afirmas: sintiéndolo, viviéndolo. Entonces, si alguien lo sintiera y lo viviera, ¿cómo es posible que perdiera el tiempo haciendo esto? Creo que estás tomando la palabra “alabar” en un sentido muy reducido, limitado a determinadas acciones en cierto lugar que a veces pueden impedir vivir a Dios en un modo pleno, pero no hay nada más contrario a la alabanza que eso. La alabanza por definición no podría ser algo que le robara alabanza a Dios mismo. Es que todo lo que dijiste que se tiene que hacer y que es mejor que la alabanza cae precisamente dentro de la categoría de alabanza dentro del cristianismo. En cuanto a que le vale a Dios si lo alabamos o no, el cristianismo afirma que no le es indiferente, aunque no afecta sus propósitos ni su voluntad última, y en esto no hay contradicción. Sí, eso es libre albedrío, pero ¿por qué el tema cuando tocamos la alabanza? Si fue porque dije que Dios exige la alabanza esto no está para nada peleado con el libre albedrío. Lo exige, y sin embargo el cristianismo y muchas otras religiones afirman que no todos se la dan, por lo que queda a la entera voluntad del hombre.