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jueves, 19 de febrero de 2009

La comunicación de Dios con nosotros...


Try as he might, Mack could not escape the desperate possibility that the note just might be from God after all, even if the thought of God passing notes did not fit well with his theological training. In seminary he had been taught that God had completely stopped any overt communication with moderns, preferring to have them only listen to and follow sacred Scripture, properly interpreted, of course. God's voice had been reduced to paper, and even that paper had to be moderated and deciphered by the proper authorities and intellects. It seemed that direct communication with God was something exclusively for the ancients and uncivilized, while educated Westerns' access to God was mediated and controlled by the intelligentsia. Nobody wanted God in a box, just in a book. Especially an expensive one bound in leather with gilt edges, or was that guilt edges?


The Shack, page 65-66.
Windblow Media, 2007
Wm. Paul Young in collaboration with Wayne Jacobsen and Brad Cummings
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En lo personal, considero que Dios actualmente puede comunicarse de un modo directo con nosotros, pero para ello basta tener el espíritu adecuado para oírlo.

Durante la Reforma se habló del sola Scriptura: la doctrina que afirma que la Biblia es la única autoridad inerrante al exponer el contenido de la fe cristiana a los hombres.

Hablo como cristiano: Dios no se encuentra contenido en su totalidad en la Biblia (y esto no viola el Sola Scriptura), pero esta sí dicta directrices respecto a cómo es que Él se ha manifestado, y no por ser limitante de Dios, sino porque la Escritura afirma que esa es la manera en que Dios mismo ha dispuesto. La Biblia da ejemplos de hombres a los que Dios no se les reveló directamente con un pasaje de la Escritura, sino con un simple ve y dile a…, como en el caso de la conversión de Saulo de Tarso o el de Felipe y el eunuco etíope, de los que habla el libro de los Hechos de los Apóstoles, y no existe ningún texto bíblico que diga que Dios no pueda seguir haciendo lo mismo hoy. Sin embargo, hay personas que creen que Dios ha dejado de tener comunicación directa con los seres humanos. Creo que esta afirmación es más por mera convención que por ley divina.

Por supuesto, esta ley de que Dios ya no habla directamente con nostros puede librarnos de muchos problemas (por ejemplo, el tan citado caso de I think God speaks through me de George Bush o los miles de “profetas vivientes” que nos invaden), pero también de permitirnos oír la voz de Dios.

Puede surgir ahora la pregunta: ¿cómo reconozco entonces que Dios se está intentando comunicar conmigo? Bueno, en numerosos pasajes de la Escritura encontramos que Dios se comunica a través de su Palabra Escrita, pero también lo hace a través de su Espíritu, el Espíritu Santo. De hecho, la Biblia afirma que para entender cabalmente la Escritura es necesaria la revelación del Espíritu Santo (de otro modo ésta no será para nosotros sino letra muerta), revelación que puede ser obtenida al tener comunión, al comenzar y desarrollar una relación con Él, y esta comunión se logra siguiendo lo que Él dice que hagamos en su Palabra. Nos acercamos a Dios sin conocerlo de lleno ni a Él ni a su Palabra a través de la misericordia que Él nos tiene.

Ahora, si tenemos una relación con Él, nos puede decir cosas que no estén específicamente en la Biblia, aunque sí implícitas, pues ya Jesucristo dijo que toda la ley y los profetas se resumían en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, y lo que Él revele o comunique nunca contradecirá lo que Él ya haya manifestado en su Palabra, como lo dijo San Pablo: Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema (Gálatas 1:8).

Entonces, ¿qué habría de raro si Dios alguna vez me dijera algo que sonara tan trillado y que humanamente pareciera que no resolvería ningún problema como llevarle un almuerzo a un vagabundo, que vaya y le hable acerca de Él a alguien a quien no conozco o que de una vez por todas le entregue esas áreas de mi vida en las que lo llamo Señor pero en las que no se aprecia un fruto que manifieste que lo es?

Dios habla hoy: lo mismo da si se vale de una Biblia, de una nota dejada por alguien o de un folleto de publicidad para hacerse notar por nosotros. Suave, fuerte, directa o indirectamente pero habla. Qué sería de nosotros si no lo hiciera.

Alan

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